Porque de su tarea
depende el progreso moral de las
sociedades. Dice Herbert Wells que “la
historia de la humanidad es una larga carrera entre la educación y la
catástrofe”. La solución a los problemas de la sociedad no está en los
cuarteles, ni en los despachos ministeriales, ni en las industrias, ni en las
multinacionales… Está en las escuelas.
Está en las manos de los docentes.
Porque la vida de los
educandos depende de su capacidad de entusiasmo y persuasión. Enseñar no es sólo una forma de
ganarse la vida. Es, sobre todo, una forma de ganar la vida de los otros.
Porque dedica su vida a
luchar contra la ignorancia, contra la injusticia, contra la opresión, contra
la desigualdad y contra el desamor.
Porque trabaja con
materiales delicados, complejos y sublimes (de altísimo valor) como son las
ideas, las expectativas, las emociones, los sentimientos, las concepciones,.las
actitudes, los motivos y los valores…
Porque es un profesional de
la observación, de la escucha, del diálogo, de la negociación, del
encantamiento y de la persuasión.
4. SER DOCENTE ES APASIONANTE
Porque su tarea es
intrínsecamente optimista ya que parte de este presupuesto básico: el ser
humano puede aprender. La educabilidad se
rompe en el momento que pensamos que el otro no puede aprender y que nosotros
no podemos ayudarle a conseguirlo, dice Philippe Merieu.
Porque su tarea está hecha de emociones y
sentimientos. Corazones, no sólo cabezas
en la escuela, clamaba en el título de uno de sus libros Alexander Neill.
Porque su tarea consiste en
trabajar con personas y se realiza en
equipo.
Porque, como dice Sthendal, es preciso desempeñar el oficio con pasión. Y
el docente es un ser apasionado.
Porque su tarea es un reto
permanente y una constante y renovada aventura.
5.
SER DOCENTE ES HERMOSO
Porque ser docente es una
forma especial de estar en el mundo, de trabajar y de relacionarse con los
demás..
Porque el docente tiene una radical
independencia respecto al mercado del éxito y del fracaso.
Porque tiene verdadera
autoridad, la autoridad del que ayuda a crecer, no el poder de quien aplasta,
silencia, machaca, atemoriza , ridiculiza o castiga.
Porque es un mediador que da
lo que recibe modificado por lo que ocurre en su vida y en su época.
Porque es un ser situado
entre dos discípulos: el que fue y aquel al que enseña.
Porque rescata del
contenedor de la basura de la sociedad palabras como dignidad, nobleza,
respeto, decencia y honestidad.
Porque trabaja con la mente
y el corazón de las personas con el fin de hacerlas más inteligentes, es decir
más justas y más felices.
Porque es el profesional de
la observación, de la escucha, de la paciencia, del diálogo y de la bondad.
Continuará...
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